Réponse :
Érase una vez una princesa que vivía en un país
lejano. No quería hablar con nadie. Pero un día
llegó al castillo un joven que se llamaba Don
Diego. Era muy guapo y muy inteligente. Regaló
a la princesa un anillo muy bonito. A la princesa
le gustó mucho. Empezó a preguntar al joven
dónde lo había comprado y así, sin darse cuenta,
se puso a hablar con él.