Cuando yo era chiquita no era fácil por qué no confiaba en mí. Me encerraba sobre mí. Siempre desconfíe de la gente. Tenía la impresión de ser rechazada por los niños porque tenía discapacidades.
Me acordaré toda mi vida de ese día. Era un martes por la mañana, con la escuela fuimos a la alberca. Era la primera vez que iba a la alberca. Tenía mucho miedo que los niños me juzgaran. No soy una niña flaca entonces eso no ayuda. Hay mucha gordofobia. La mirada de los niños es directa y sin filtros. Los niños me miraban de reojo, y otros se burlaban de mí.